Las tarjetas de Crédito Revolving son aquellas en las que su titular puede disponer hasta el límite de crédito concedido a cambio del pago de las cuotas periódicas fijadas en el contrato, las cuales pueden ser un porcentaje de la deuda (con un mínimo según contrato) o una cuota fija.
Lo más característico es que con cada plazo pagado se reconstituyen los fondos disponibles por ese importe. Además, en este tipo de tarjetas los intereses generados, las comisiones y otros gastos repercutibles al cliente son financiados junto con el resto de las operaciones.
Esto implica que, si el interés es elevado (p.ej. 25% TAE) y la cuota mensual que se abona es baja (3% saldo dispuesto), la amortización del principal se realizará en un plazo muy largo, lo que implica el pagado total de una cifra elevada de intereses y un endeudamiento casi perpetuo.